martes, febrero 13, 2007

Jazz

I

Esta noche es absurda, yo aquí sentada, olvidada en una mesa para dos, bebiendo vino lentamente al compás del invierno, dejando la huella de mis labios en una copa y no en otros labios.



Lejos…
...esos labios que de seguro besan otros labios.



Aquí… cruzo lentamente las piernas, quito el cabello de mi ojos y con la vista acaricio la penumbra y no tan lejos una que otra silueta entre humo de cigarro y mis recuerdos.



[Antes el no era así, no me olvidaba ni me abandonaba.
No se por que… pero lo espero.]



Le sonrió al mesero y le guiño el ojo {ese gesto con el cual la mal interpretación implica un mejor servicio} se acerca y le pido otra copa mas… Distraídamente olvido por momentos que un par de ojos husmean mi soledad.



La concurrencia llenando el vació del lugar solo puede significar que los músicos no tardaran en aparecer… Otra agrupación mas {una noche mas que no llegaras} intento convencerme de deducir que es mejor deleitar mis sentidos con el azar del tiempo y espacio (y no con metafísicas inútiles).



Afortunadamente mi olvido llega transportado en una charola: Un vino tinto… y una sonrisa tonta del mesero. Un “Gracias” de despedida al mesero y un “Buenas noches” a mi alivio. Lejanamente como ausente, se empieza a escuchar el afinar de los instrumentos…



Le doy la espalda al escenario por ahora, pero por el estruendo amorfico tan suculento… hoy se me espera una noche larga…



[El afinar de los instrumentos es analógicamente
(auditivamente hablando)
a la primer mirada, a la primera caricia, a el primer beso entre dos amantes…
{Casi seguro puedes intuir-fantasear-sentir como será ese erotismo}
…ese orgasmo]




Volteo sigilosamente ante la imponente mirada que siento acariciando el escote en mi espalda…



*Violentamente* Surgiendo de improvisto empieza la primera melodía… como una ola que nos traga… en aquella sobre-confianza que luego se le llega a tener al mar y después de esa sacudida sonreímos irónicamente.



¿A quien pertenecerá esa mirada?



Dejándome guiar por la sincopa sigilosamente cambio la dirección de mis hombros y caderas….
[Admiro sorprendida con mirada nueva a ese escenario que tanto han visto estos ojos antes,
tantas historias que podríamos recordar]



Alegre de que por fin algo me destierre de los pensamientos y capte la atención de mis sentidos. Indudablemente la mirada proviene del ser que acribilla al contrabajo sacándole esas cadenciosa y destajada armonía, veo sus ojos negros (los mas obscuros que he visto), negros como la nada… y esas pestañas que se esconden detrás de ese pelo negro obsidiana, esa maraña desenfrenada que se convulsiona tan arrítmicamente, que contrariamente al movimiento le proporciona textura a su sonido.



II



Música que me habla en un dialecto primitivo (aun después de un rato de incertidumbre). No hay duda… A cada movimiento mió hay una contestación. Sonrió, es inevitable esto cada vez parece mas una loca fantasía…



En la agonía del claro oscuro melódico, nuestras miradas se cruzan, por extraño que parezca me ruborizo [aunque por un momento me sorprendo e intento convencerme de que no es cierto], oculto mi ojos dirigiéndolos hacia el saxofonista que se contorsiona al precipitarse a un solo. {Por dios hace siglos que no quitaba la mirada} mas ahora siento su ojos como la noche… surcando mis piernas, recorriendo mi vientre, vigilando mi pecho… como revancha regreso la vista justo cuando se que su mirada pasa sobre mi cuello [mientras escucho como me cuenta historias de hadas] nuevamente se encuentran nuestros ojos… me quiña un ojo mientras su pelo vuelve a devorar su cara… fluidamente la música muere, en una de las mejores canciones que he escuchado interpretarse. Aplaudo, acto seguido tomo mi copa y hago el gesto con mi copa como brindando desde lejos.



Así pasa el tiempo lentamente, como si fuera una velada en cada canción:
Un ligue, una segunda cita, una fiesta, una cena, una ida al cine, un viaje en tren, un café a la luz de la luna, un vino junto al balcón, un… etc.



El en el escenario…
yo sentada junto a mi mesa….
Sin que nadie mas lo sepa, nos devoramos….



Cada vez se manifiesta eso que la gente burdamente llamamos amor a primera vista, con ello sus consecuencias; esa sensación de arañas de fuego en la piel con sus flamas que embriagan y la sensación trepa aceleradamente por mi cuerpo [afortunadamente] los ritmos seguirán… ya que cada vez nos entendemos mejor:



El y yo en una playa desierta con cielo rojo…
Ahí donde desaparece la delgada línea entre el cielo y el mar…




En otra parte pero en el mismo lugar:

La batería y el sax, bajan de intensidad, se pierden en el silencio y un hilo de luz naranja ilumina al contrabajista, por fin a solas… entre tanta gente… desde lejos me susurras al oído… lo deseo tanto que acaricio la copa con los dedos, me percato de ello y aprovechando tomo un trago. No hay mas que decir, ahora solo me dejare ir… Las horas harán lo suyo… pediré la cuenta sabiendo que en cuanto acabe yo iré al balcón que da a la ciudad y el llegara…





III



Veo la inmensidad de luces como un cielo estrellado invertido… un reflejo, y el cielo negro como sus ojos… alguien me llama:



Lucia



Volteo y acomodo mi cabello para recibir una copa llena de un vino suculentamente rojo (como mi sangre), cuando menos me doy cuenta recibo su beso en la nuca… Se aleja lentamente y su fragancia es tan intensa que casi se le puede ver (como humo) y nos reconocemos mejor aun… Sin palabras. Nuestras miradas reposan recíprocamente -mutuamente, mientras el tiempo se olvida y con ello el licor que cada vez se acaba mas…



Se acerca a mi oreja y en secreto:

¿Viajaras conmigo en la noche?



Sin esperar respuesta me toma de la mano y me saca cautelosamente del lugar, mientras floto hacia la salida y su mano sigilosamente se reposa en mi cintura… Afuera, me coloca su saco en mis hombros y puedo sentir su respirar… Aspirando mi esencia.

Me conduce a su auto… y en menos de lo que me puedo dar cuenta atravesamos la noche y la brújula… con destino a no importa donde.



Silencio…



Se detiene el auto… Entramos a un edifico antiguo y luego de cruzar el jardín…para al fin llegar a su puerta (yo Alicia en el país de las maravillas), husmeando mientras mis pasos cruzan la puerta y pupilas dilatadas. *Sorprendida* Admiro un minimalismo imposible, es descarado el grado de simplicidad que hasta parece una burla absurda que uno se sienta tan lleno entre tanto vació, a la vez tanto color que es imposible no quedarse anonada… todo esto mientras me quitan el abrigo… y siento su mano… sobre mi nuca… se que viene lo imaginable…



Sus labios rozan los míos, mientras lo tomo del cuello y acaricio su cara y quito lentamente ese cabello sedoso, admiro su cara afinada por el viento, tal cual estatua con la cual bailo al ritmo de las caricias nos van guiando a nuestro limbo… Suavemente sus manos se deslizan mi vestido fuera de este cuerpo siempre desnudo.





Inevitablemente ya no demora el instante en que este dentro de mi… lo sabe por como lo miro, mientras disfruto el fuego de su piel sobre la mía, tan surreal que parece todo tan a su tiempo… una capa fina de sudor que nos une y mi cuerpo no debe ceder mas…

Me entrego y puedo sentir perfectamente la textura de su piel y la pasión desbocada hasta el grado de la locura… Irracionalmente en ese frenesí, inmersos en ese vaivén, cautivados en ese éxtasis que cada vez gozo mas…

La presión se va extendiendo, prolongando , magnificando cada parte de mi apretándose, poco a poco las contracciones dan de si, en un parpadeo sabiendo que es irremediable, mis piernas ceden mas… lo admiro sobre mi… con ese brillo en los ojos, esa luz que despide desde ese abismo que encierran sus ojos (como mirar la noche en el reflejo de un pozo). Ese sudor sobre esa piel que me posee y mi corazón no puede contenerse mas, acercándoos-ε lo mas posible a la muerte…



Entre gemidos y gritos puedo sentir como explota todo mi cuerpo del centro a las extremidades, veo por un momento mas claro que nunca y no quiero que esto acabe…



*Esto no me puede estar pasando a mi*



Cada vez un orgasmo mas intenso, cada vez los latidos mas exaltados, soy un ente sensible hasta el mas mínimo de todo los vellos, de todos los respiros, todos los lati2, siento el fluir del viento en mi pecho, puedo sentir la textura de su cama el olor de nuestra unión todo intensificado al grado de lo impensable, su mordida en mi cuello me regresa por un momento (analógicamente; tomar aire después de estar bajo el agua) ya sabemos que es lo que nos espera… Un remolino alrededor de nosotros que nos abriga (Se lo ingenua que fui al cree que :esto: no podría estar mejor).

Así al unísono nuestras orgasmos se juntan, se colapsan… se multiplican. Euforia transitando todo mi cuerpo… Todo esta erizado y puedo sentir su explosión dentro de mi en un espasmo que se prolonga hasta el infinito, deja de ser efímero… y me veo en esos ojos….



La realidad se colapsa, al igual que mi corazón (debería dar mas de si), pero no puedo evitarlo… percatándome en mi ultimo grito… un ultimo respiro…

Ahora se por que lo reconozco…



*un ultimo latido*



...mi muerte una espiral de oscuridad nos funde en uno…



Esto si es morir…



*orgasmo*



Sonrió….